En Nemomarlin seguimos compartiendo consejos y recursos para fomentar una alimentación infantil sana, equilibrada y basada en ingredientes naturales. En esta ocasión queremos hablar de un alimento humilde, económico y muy presente en los hogares: la patata.
Más allá de su popularidad en la cocina, la patata ofrece grandes beneficios nutricionales si se consume y se prepara de forma adecuada, convirtiéndose en una excelente opción dentro del menú semanal de los más pequeños.
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y el equipo de expertos de Cesnut, la patata destaca por su:
🥔 Alto contenido en hidratos de carbono complejos, en forma de almidón, lo que la convierte en una fuente de energía ideal para niños en edad de crecimiento.
💪 Elevado aporte de potasio, un mineral esencial para el sistema nervioso y el funcionamiento muscular.
🧡 Contenido en carotenoides, con propiedades antioxidantes que favorecen el sistema inmunológico.
🌱 Vitaminas del grupo B, especialmente vitamina B6, importante para el desarrollo cerebral.
🍋 Vitamina C, aunque es hidrosoluble, por lo que se recomienda cocinar la patata al horno o al vapor para evitar su pérdida durante la cocción.
En resumen, se trata de un alimento completo, nutritivo y muy bien tolerado por los niños, incluso en las etapas más tempranas de alimentación complementaria.
La patata no es un alimento único: existen múltiples variedades, y cada una tiene características específicas que la hacen más adecuada para un tipo de cocinado u otro. Se suelen clasificar por el color de su piel y su carne. Estas son algunas de las más comunes:
🔴 Roja: Cóndor, Red Pontiac, Desirée, Astérix.
🟡 Amarilla: Etoile du León, Jaerla, Eureka, Kennebec, Monalisa, Spunta, Obelix.
⚪ Blanca: Pentland, Xantia, Frisia.
🟣 Morada: Purple Majesty, Vitelotte, Peruvian Purple, Purple Viking.
👉 Las patatas Monalisa o Pontiac tienen mayor contenido de agua, lo que las hace ideales para preparar hervidas, al vapor o al horno.
👉 Las variedades como Kennebec se recomiendan para freír, preparar purés o guisos, gracias a su textura más firme y menos acuosa.
Conocer el tipo de patata que vamos a utilizar nos ayudará a sacar el mejor partido a cada receta, manteniendo su sabor, textura y valor nutricional.
¿Sabías que el almidón de la patata es biodegradable y puede utilizarse como sustituto del plástico poliestireno? Con él se fabrican platos, bolsas y cubiertos desechables. Una razón más para valorar este alimento tan común y tan versátil, también desde una perspectiva medioambiental.
Las patatas deben almacenarse en un lugar fresco, seco y oscuro, para evitar que germinen y mantengan sus propiedades durante más tiempo. Un truco sencillo que ayuda a conservarlas en óptimas condiciones y evita el desperdicio de alimentos.
En nuestras escuelas Nemomarlin, apostamos por una cocina natural, variada y rica en nutrientes. Este tipo de ingredientes básicos, bien cocinados y adaptados a las edades de los niños, forman parte de una educación nutricional saludable que favorece tanto su desarrollo físico como su relación positiva con la comida.

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