Con la ayuda de nuestro servicio médico Kidscare os queremos dar unos tips para enfrentarnos al miedo de que nuestro hijo enferme y no caer en la sobreprotección excesiva.
El miedo es una emoción de las llamadas básicas, por tanto, es innata está totalmente activada y operativa desde el nacimiento de nuestro bebe, por ello es natural sentir miedo igual que alegría y amor.
Sentir miedo es desagradable y tenderemos a querer extirparlo como si fuera un tomar, sin embargo, no se puede. ¿Por qué no se se puede eliminar?
El miedo esta ahí en intima relación con la supervivencia. El miedo sirve como un mecanismo de alerta o de alarma. Por eso sus señales son tan evidentes. La reacción natural frente al miedo es huir, esconderse o actuar de la manera que sea.
Sí, todos sentimos miedo, en mayor o menor medida, de distintas cosas, ante situaciones también distintas, pero todos sentimos miedo.
Es normal tener miedo a que nuestro bebe enferme y es normal querer protegerle de todo daño, forma parte de este mecanismo natural de supervivencia al que llamamos apego.
La respuesta está en el papel que las figuras vinculares del pequeño ejercen como reguladores emocionales.
Si nosotros nos asustamos en exceso ante un estornudo, ante una tos de nuestro bebe o ante unas decimas de fiebre y actuamos con miedos y con dudas, el pequeño notará nuestra inseguridad. Se volverá mas dependiente y demandante, lo que alimentará la incomodidad y preocupación de los adultos, creando un círculo vicioso que suele acabar en una sobreprotección excesiva.
El miedo suele mantener bajo control actuando, afrontando las situaciones que tememos y viéndonos a nosotros mismos superándolas. Algo parecido nos pasará con nuestro peque; mientras podamos actuar, tendremos sensación de control.
Hacer cosas para tomar el control de la situación, especialmente, si vemos que nuestros intentos de control son exitosos (por ejemplo si le administramos un antipirético cuando tiene fiebre y está le baja) hará que nos veamos mas seguros, nos dará experiencias de afrontamiento positivas.
De lo contrario, si no conseguimos experiencias de afrontamiento positivas, podremos caer en un exceso de protección alimentado por nuestro miedo, que puede afectar, en algunos casos de forma seria, a aspectos del desarrollo en los que se implica la autonomía personal, la necesidad de explorar y curiosear del niño.
Estamos hablando de retrasos madurativos en todos los ámbitos del desarrollo psicomotor, socioafectivo y de lenguaje ya que tenderemos a mantener al pequeño en una situación de estimulación que estará muy por debajo de sus capacidades y necesidades reales de desarrollo.
Si no podemos controlar nuestro temor, si sentimos pánico ante la posibilidad de que nuestro bebé enferme y esto nos afecta limitando nuestra vida familiar, laboral o socialmente, deberemos acudir a un especialista que nos enseñe a estar con nuestros miedos y temores.
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Siento mal eso cuando mi hija enferma de lo q sea y me da pánico y no me controló. Y es horrible vivir en eso
No controlo mis nervios si mi hijo se enfermo enseguida me enfermo yo también
Igual yo 😔
Me siento tan triste e inútil a la vez.